La instalación de un rodapié en cualquier habitación es una tarea sencilla que también requiere de una serie de pasos a dar, entre ellos, y empezando por el primero, habrá que medir el perímetro de la habitación, para cortar la longitud adecuada, e ir instalándolo poco a poco.
Se suele recomendar instalar un rodapié de la misma marca que la tarima flotante, con el objetivo de que encaje a la perfección en todos sus extremos, y que no existan ranuras libres en ningún punto de la superficie del rodapié.
Sin más, la instalación del rodapié también debe ser un trabajo en manos de profesionales, ya que nadie mejor que ellos sabrán solucionar los inconvenientes que pudieran surgir en el proceso de montaje del mismo.
La función estética de los rodapiés es de máxima importancia, ya que tapa las imperfecciones de la pared en su parte más inferior, al mismo tiempo que tapa los extremos de la tarima flotante que se acaba de cortar para instalar.
Pero también y quizás más importante, es la función de sujeción que aporta a la tarima flotante, ya que hace que la tarima tenga espacio para sufrir las dilataciones propias de la madera, originadas por los cambios de temperatura o los cambios de humedad en el aire.
Y por otro lado, también ejerce una función de protección frente a los golpes que con los utensilios de limpieza se pueden llegar a dar.
Una de las formas de instalar un rodapié es atornillado, aunque es un sistema de instalación algo complejo, y que a nivel estético no agrada mucho la vista, aunque en determinadas ocasiones, merecen la pena este tipo de rodapiés cuando son desmontables o cuando se utilizan para cubrir cables.
En estos casos, se agujerea la pared, se colocan tacos y se atornilla el rodapié a la pared.
Otro sistema de instalación de rodapiés es clavado, de forma que con clavos largos que atraviesen pared y rodapié, éste quede bien anclado y sin posibilidades de movimiento ninguno. Esta forma de instalar un rodapié hace posible que por una mera presión entre tarima y rodapié, quede la junta totalmente presionada y cerrada. Después que habrá que poner masilla sobre las cabezas de los clavos, para disimularlas.
También se cuenta con un sistema de instalación pegado, es decir, se encola el rodapié con un producto específico, que muchas marcas comercializan con su mismo nombre y marca, y se procede a ajustar el rodapié a la tarima.
Por último, contamos con el sistema de clic, que se trata de un método sencillo que simplemente requiere de una pared lisa y recta para poder proceder a la instalación del rodapié lo más cercano posible a la línea de verticalidad.
En resumen, desde Parquecite contamos con una serie de ventajas profesionales, que merece la pena sean probadas y contrastadas por nuestros clientes, para su satisfacción y nuestro posterior desarrollo como expertos en el ámbito de la instalación de rodapiés y tarimas flotantes.