El parquet flotante es aquel que conserva el formato de parquet tradicional, pero que se instala como si se tratase de una tarima flotante, por lo que el mantenimiento que se realiza de él, es básico al mismo tiempo que completo, es decir, el servicio que aporta el parquet flotante no deja nada que desear a la tarima flotante o al parquet tradicional de madera maciza.
También es importante saber que el suelo de parquet flotante puede ser de dos tipos, que a continuación y con más detalle veremos.
En líneas generales, contamos en todo momento con una serie de consejos y especificaciones sobre el parquet, que conviene seguirlas, con el objetivo de aumentar la calidad del servicio del propio suelo, y por supuesto, para prolongar en el tiempo la vida de dicho parquet.
Existen dos grandes tipos de parquet flotante, que varían según las características de los materiales que se han utilizado, y según el estilo y el tipo de parquet que desee el cliente.
En este sentido, podemos hablar de un parquet flotante natural, que es el se presenta con madera maciza, y que está compuesta por toda la tabla de una misma pieza. Se trata de madera maciza y noble, natural al 100%, y que suele tener un grosor de entre 12 y 22 milímetros, con diversos acabados y formatos.
Tiene una vida útil muy superior a cualquier otro pavimento, y existe la posibilidad de acuchillar y barnizar varias veces, antes de tener que cambiarlo. Se pueden adquirir en colores muy variados, como el roble rústico, el roble macizo, la Jacoba maciza, el bambú vertical carbonizado, o el iroko macizo, entre muchos otros.
Por otro lado, contamos con los suelos de parquet flotante multicapas, que están formados por una base de estabilización de unos 2 milímetros de grosor, un cuerpo de madrera conífera de entre 10 y 15 milímetros, y una última capa visible de madera noble, que es la que admite el lijado y el barnizado, y tiene un grosor de entre 2 milímetros y 4 milímetros.
En el ámbito de la configuración del parquet flotante existen muchas opciones que multiplican por todos los factores que influyen, como vamos a ver a continuación.
En primer lugar contamos con tres tipos de maderas que dan sentido y forma al suelo en su totalidad, por ejemplo, la madera rústica que realza el carácter natural del parquet, al combinar nudos y vetas de la propia madera.
La clásica que mantiene ligeros dibujos en la parte visible de la madera que se ha cortado, y que anticipa el estado armonioso del conjunto del suelo.
Y por último, la selecta, que son piezas seleccionadas de manera exclusiva de maderas nobles, se juega con los colores y las vetas siempre en equilibrio.
Este es el secreto de los parquets flotantes, que a su vez, combinados con el numero de lamas que compondrán el suelo, hará de uno u otro pavimento, el hecho de decorar un estilo u otro de hogar.
Y de igual forma, también se combinan los tamaños, que pueden ser fusión o compact, los más pequeños, estándar, y XL, los más grandes.
Al final, el resultado que se obtiene suele encajar a la perfección con las necesidades de cada cliente en su proyecto individual y concreto, y eso llena de satisfacción al mismo, y a nosotros, nos enmarca dentro de la mejor experiencia en suelos de madera de la zona.
El parquet tiene la peculiaridad de que se puede ir descalzo por él, y es algo que merece la pena experimentar, por la comodidad que supone, y por la sensación de acogimiento que produce esa casa en la que se tiene que andar sin zapatos.
Algo que debe cuidarse mucho en un parquet flotante, es que no caiga agua en ningún caso, y que si cae, se seque rápidamente, ya que a pesar del barniz protector que lleve, podría ocasionar manchas e imperfecciones en la madera de la primera capa, que podrían ser irreparables, a no ser que se cambie la parte afectada.
Se puede rayar fácilmente así que lo mejor es calzar con protectores cualquier mueble. Y del mismo modo, siempre será mejor pasar la mopa que el cepillo, que podría rayar la superficie ligeramente.
Es normal que de vez en cuando los suelos de parquet flotante crujan, por las propias dilataciones y contracciones del material que lo compone, y esto puede tener remedio con trucos varios, que hacen que la humedad se absorba, o que los pequeños huecos se rellenen a modo de almohadilla, como puede pasar con los polvos de talco.