Existen dos tipos de tarima exterior, la tarima exterior de madera, y la tarima exterior tecnológica. A continuación os explicamos en qué consisten cada una de estas tarimas exteriores.
Se denomina tarima de exteriores de madera aquella tarima que viene tratada para ser instalada en el exterior de la vivienda, Su instalación se basa en un enrastrelado de rastreles tratados para la humedad (ignífugos) que sería la base de la tarima. Las tablas de la tarima se ensamblan unas con otras mediante una grapa metálica antioxidante y atornillado al rastrel que de esta manera se queda todo hecho una pieza.
Se denomina tarima para exteriores a toda tarima que está tratada para soportar los cambios climáticos en el exterior de la vivienda, la Tarima de Exteriores Tecnológica está compuesta por polietileno y fibra de madera natural, el polietileno y las fibras de madera están tratadas para resistir a la intemperie, así como a insectos, moho, hongos, y/o pudrición.
Su base se trata de un enrastrelado que normalmente serán de rastreles de pino ignífugos. Hay una gran diversidad de tonos para este tipo de Tarimas.
La tarima exterior se caracteriza por dar servicio en zonas exteriores de la casa, es decir, tiene la función de preservar el suelo de la intemperie y de las inclemencias metereológicas, sin que afecte a la propia naturaleza de la tarima.
En este sentido, existen dos tipos de tarima exterior, que a continuación detallaremos, pero que en líneas generales, aportan todos los aspectos que cualquier elemento situado a la intemperie podría necesitar en su vida útil.
Las tarimas de exterior son una excelente solución para decorar cualquier terraza o suelo al aire libre, ya que dan consistencia, aportan elegancia y cumplen la función que el cliente necesita.
Las tarimas de exterior también ejercen una función determinada según el lugar donde vayan a ser instaladas, y por supuesto, según el uso que se vaya a hacer de ellas.
En primer lugar contamos con las tarimas de exterior de pino, con una fácil instalación, y unas labores de mantenimiento muy sencillas. Se suele poner atornillada sobre rastreles, y la madera de pino suele llevar un tratamiento con sales de cobre, que la protegen y la dejan impermeabilizada, sin necesidad de protección extra al estar situada en el exterior.
Se suelen usar en espacios que se usan con frecuencia, por la alta resistencia que poseen en todo su recorrido vital.
También contamos con la tarima exterior tropical, como el ipe, la teka o el iroko, que suelen presentar vetas muy apretadas, dando elegancia y estilo a la decoración del suelo de exterior, y que se suelen utilizar en caminos y bordes de piscina, dando un aspecto exclusivo y de gran belleza.
La dureza y resistencia de este tipo de maderas es increíble, y con el paso del tiempo lo único que puede perder es color, por lo que con unos aceites especiales para maderas tropicales, se puede conservar por más tiempo el tono original.
Por último, podemos hablar de las tarimas sintéticas o tecnológicas, que son las que están creando furor entre los clientes, y desde luego dentro del sector de las tarimas de exterior.
Los colores y las texturas de este tipo de tarimas son infinitos, y no requieren de ningún cuidado especial después de instalarlas. Su composición está formada por polietileno y fibra de madera natural, que resistente a al intemperie, de igual forma que al ataque de hongos, insectos y moho.
En resumen, las posibilidades de las tarimas de exterior son múltiples, y además se elija la que se elija, la función que deben desempeñar la realizarán sin problema alguno, porque están destinadas para ello, y para durar mucho tiempo en las mejores condiciones.
Todas las tarimas que se consideran de exterior, aportan una serie de características que les confiere un aire de novedad, al mismo tiempo que un matiz de cuidado y elegancia que es difícil de disipar con el tiempo.
El acabado de las tarimas de exterior es muy variado, de hecho si nos centramos en las tarimas de madera maciza, también existe una variedad impresionante, y si se combina ambos factores, los acabados resultantes son muchos.
Una tarima encapsulada será aquella que se encuentre recubierta de una lámina de PVC, que hace que la tarima sea una superficie no porosa, y mucho más resistente a la suciedad y la humedad, de forma que se resuelve ese tema, respecto a las tarimas de exterior que no son encapsuladas.
En ocasiones para solventar esta función de la tarima exterior, se suelen aplicar productos hidrofugantes, que mantienen la tarima alejada de la humedad y de cualquier residuo que con el tiempo la pueda estropear.
Por último, cabe decir que el acabado final de la tarima también tendrá que ver con el tipo de decoración que enmarque, para que siempre esté vigente su función de preservar el suelo de la humedad y la suciedad del aire libre, y por supuesto, que aporte la elegancia que ese hogar se merece.
Estas tarimas se suelen realizar con madera de composite, es decir, son tarimas artificiales que no necesitan ningún tipo de mantenimiento adicional, nada más que el de limpieza habitual en cualquier tipo de suelo de exterior.
Se suelen fabricar con virutas de madera blanda cobre capas de PVC, de forma que cuanta menos cantidad de PVC utilizan en su fabricación, más económica resulta tener tarimas de exterior de alta calidad.
Y por otro lado, según el formato existen tarimas ventiladas o alveolares, que son aquellas reducen el uso de composite en su fabricación, porque cuenta con huecos por donde ventile el suelo, y de paso se abarate la producción.
En definitiva, se trata de decisiones personales de los clientes, aunque nosotros como expertos en tarimas de exteriores, elegimos aquellas tarimas que aporten un mantenimiento nulo, y una durabilidad infinita, ya que al principio será un amplia inversión, pero estamos seguros de que será para toda la vida.